El Coronavirus,
pandemia que afecta al mundo, debe ser vista en el
departamento de La Guajira como una gran oportunidad y tratar de voltear la
mirada del país a este territorio. A pesar de ser uno menos perjudicados por el
virus en el país, el sector de la salud, puede ser el más perjudicado o uno de
los más favorecidos.
Si los ciudadanos ayudamos a mantener los números bajos que hasta ahora se han presentado y continuamos cumpliendo con los protocolos establecidos, el departamento saldrá de la crisis con un sistema de salud fortalecido. El Gobierno Nacional incrementó los gastos y se llegó al punto de poner el fin de la intervención en salud que tenía el departamento por parte de la nación. Por otro lado, el superintendente de salud, comentó que existe la posibilidad de dejar en completo funcionamiento el Hospital San José de Maicao, que viene con problemas ya hace varios años, ¡amanecerá y veremos!
Pero, así
como se ve perjudicado en sector salud, todos los sectores que componen la
economía del departamento, también se ven y se verán fuertemente perjudicados
por esta situación, y los efectos están lejos de mostrar sus resultados
positivos, esto desafortunadamente porque los problemas que vive el departamento de
La Guajira tienen múltiples causas, está engendrados en múltiples sectores,
como también tiene múltiples dimensiones. La Crisis actual, no solo es causada
por la COVID–19, es entre otras cosas, es una sumatoria que incluye la
pandemia. El departamento viene con problemas estructurales que se juntan con
la acumulación histórica de abandono estatal, de inequidades, corrupción y una
falta de visión sobre el desarrollo del departamento.
Pero
la situación del departamento no siempre ha sido así. Si analizamos de dónde
venimos, Riohacha, la capital del departamento de La Guajira, durante gran
parte del siglo XIX y mediados del siglo XX, fue una ciudad grandiosa y de
elemental importancia para la departamentalización de la Magdalena Grande. Era
un puerto estratégico para la comercialización de bienes y personas entre las
islas del Caribe, Estados Unidos de América y Europa.
Todo
tipo de mercaderías salían y entraban del puerto de Riohacha, por su alta
producción de Perlas era uno de los principales elementos de comercio, a vuelta
de estas una gran cantidad de mercancías entraban para abastecer las
necesidades de la naciente y distinguida población guajira. Ingresaron por
estas tierras, alemanes, libaneses, italianos y franceses.
Hoy,
con el pasar de los siglos y con la Magdalena Grande disuelta, el departamento
de La Guajira se hizo, con su nombre femenino, una bella mujer, que sigue aún
con su útero lleno de riquezas, siendo igual de estratégica y mega diversa,
llena de potencialidades y esperanzas, pero sumida en la pobreza debido a la
debilidad administrativa que, junto al abandono del Estado, han condenado al
Departamento a ser uno de los lugares donde la pobreza parece reproducirse.
Riohacha su capital, pasó a ser una de las ciudades menos apetecidas en el
Caribe y su puerto, del cual pocos conocen su historia, hoy no tiene ninguna
representatividad que mostrar.
La
infraestructura vial, al igual que el puerto de Riohacha, es un total fracaso.
Transitar por la carretera que recorre todos los municipios desde La Jagua del
Pilar, pasando por Urumita, Villanueva, San Juan del Cesar, siguiendo por
Fonseca, Hatonuevo y terminado en Riohacha, aunque ha tenido algunas
reparaciones, no deja de ser. Conductores expertos e incluso el autor, se
atreven a decir que hay más de 10 millones de huecos de todos los tamaños.
El
día que llegue la calma y se toque fondo, se debe aprovechar el sobre
diagnóstico de todos los problemas del Departamento. En materia de
infraestructura hay un mar de oportunidades para cambiarle la cara a esta
tierra ¿sería una locura pensarse un sistema de transporte a base de rieles
para movilizar los habitantes que hay entre el sur y centro con Riohacha? Y si
además de eso ¿el departamento piensa en crear un puerto de importancia en el
Caribe para Riohacha como en los siglos pasados? ¿Por qué no pensar en un
proyecto financiable entre varios departamentos para unir al Cesar y los
Santanderes con el mar?
¡No
es una locura! como lo describe la señora Hilda Lubo Gutiérrez, en su libro de
Crónicas Riohacha 473 Años, en el capítulo, Riohacha: la de ayer la de hoy,
página 107, se indica que ya existía a finales del siglo XIX y principio del
siglo XX la idea de construir un sistema de transporte de mercancías y
pasajeros, donde lo fundamental era un sistema de ferrocarriles entre
Valledupar y Riohacha. Se había logrado (describe la autora) la concesión entre
Barrancas y Riohacha en el año 1882 y no se construyó por falta de recursos.
La
construcción de un tren que parece ser una conclusión simple y lógica, llena de
sentido común, que buscó conectar las mercancías y productos agrícolas de la
Provincia de Padilla con el mar. Y no era cualquier mar, eran y siguen siendo
hoy, de los principales corredores del comercio en el Atlántico próximo a las
costas de Riohacha, y siendo Riohacha, por esa época un punto de referencia y
de importancia estratégica.
No
son fórmulas mágicas, pero si pueden ser claves para desarrollar el
departamento de La Guajira, la construcción de este tipo de proyectos, le puede
cambiar la cara a este territorio, dinamizando todo. Pensar en una opción donde
el trabajo y el conocimiento sean la fuerza de desarrollo y empezar a
olvidarnos de la explotación de materiales mineros energéticos. Pensémonos el
departamento, tenemos grandes cosas que ofrecer al mundo ¿seremos capaces de
unir la academia, la industria, la sociedad civil y los políticos para embarcar
esta idea en los rieles de un tren?
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