La reciente pronunciación del
Tribunal Contencioso Administrativo de La Guajira, donde se dicta providencia
por medio de la cual se declaró la nulidad de la elección del alcalde del
municipio de Fonseca, Hamilton Raúl García Peñaranda, cayó como un valde de
agua fría en todos los habitantes del pueblo. Las redes sociales se inundaron
de apoyo al alcalde y con fin de que continúe con su mandato.
Hamilton fue escogido para el
periodo 2020 – 2023, por más de 7.000 persona que apoyaron su candidatura en
las pasadas elecciones. El hecho de declarar nula su elección es único en la
política del municipio, pues, es la primera vez que una autoridad sentencia
sobre este particular en un alcalde en ejercicio, electo por voto popular.
Pero ya desde antes del
proceso eran frecuentes los comentarios sobre una posible inhabilidad para el
entonces candidato. Una vez pasado por la Ventanilla Única del Ministerio de
Interior, no se le declaró ninguna inhabilidad, las puertas estaban abiertas
para colocar su nombre a la palestra pública. Ante esto, nacen unas preguntas
que las dejo abiertas al lector, ¿acaso las autoridades nacionales no debieron
impedirle a Hamilton ser candidato? ¿no falla la legalidad del Concejo Nacional
Electoral y el Ministerio del Interior en permitirle a él ser candidato?
Durante el periodo de la
contienda Hamilton y su equipo de trabajo, prácticamente hicieron dos campañas,
la primera fue un trabajo arduo de recolección de firmas para avalarlo como
candidato y la otra, fue el ejercicio electoral propiamente. Logró con la
suficiente tranquilidad conseguir las firmas y además hizo una campaña
electoral donde se demostró la organización y liderazgo con que gobernaría.
Ganó la alcaldía, derrotando a tres candidatos, uno que venía de ser dos veces exalcalde
y 5 veces excandidato; otro que intentó por segunda vez y uno que empezó a
mostrar su nombre para aspirar al máximo cargo administrativo del pueblo.
Lo cierto es que, si García
Peñaranda en este momentos deje de ser alcalde es un error craso para los
intereses de la vida administrativa del municipio. Ya hay suficiente
experiencia en el departamento de La Guajira sobre los resultados negativos de
no tener un líder dirigiendo la principal organización del territorio.
Aunque son casos completamente
distintos, así empezó la gobernación, lo que no se pudo conquistar con los
votos, se buscó como se pudo conseguir desde los estrados judiciales. El
revanchismo político de los malos perdedores que particularizan la política es
lo que ha llevado al fracaso al departamento de La Guajira y hoy es puerta
abierta en Fonseca.
Ante esto, ¿debería
preocuparse la ciudanía fonsequera? Y la respuesta es clara, sí. Los retos que hoy vive Fonseca necesitan de un alcalde 24/7. No solo es
el desempleo, la pobreza y la delincuencia, hoy la pandemia de La COVID-19,
creó nuevos retos, con soluciones e impactos inciertos y aun inimaginables.
Estamos en un escenario, donde se necesita de un líder que sea capaz de
encaminar a la Tierra de Cantores en un punto donde se haga visible a la
inversión pública y privada, que encamine el territorio de acuerdo con sus
potencialidades, haga realidad el proceso de paz y diseñe la hoja de ruta en
los próximos años. Lo que ha demostrado el alcalde hasta ahora es que es capaz
de esto y trabajar incansable por su pueblo.
La Fonseca de la pospandemia va a
requerir de un alcalde como se le ha visto a Hamilton durante este año, con su
equipo de trabajo en las calles, gobernando junto al pueblo y tomando
decisiones. Con su salida, la Fonseca después de la pandemia estará en una
contienda electoral que, entre otras cosas, detienen las inversiones, frena los
proyectos priorizados y desestabiliza a todos los representantes de la
administración pública en el municipio.
Esto es lo grave de no tener a una persona en
frente del cargo, es lo realmente preocupante, ya la administración del
departamento de La Guajira demostró con creces las graves consecuencia de la
interinidad. Hubo mas de 13 gobernadores en 10 años. No es casualidad que todos los indicies para
medir el buen gobierno de La Guajira presenten números en rojo, muerte de niños
por hambre y enfermedades que la ciencia moderna hace tiempos cura, desempleo,
desigualdad, la salud y educación saliendo de procesos de intervención, en fin,
parece que algunos están antojados de un bocado de esto. ¿Queremos esto para
Fonseca?
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